Los astilleros canarios cierran el año y arrancan 2024 con sus carros repletos de barcos y numerosos proyectos en cartera

El sector naval del puerto de Las Palmas volvió a cerrar el año 2023 con un nuevo récord de facturación. Fuentes del sector llegan a calificar como el ejercicio de «excepcional», con un montante de ingresos de unos 250 millones de euros, que se repartieron entre los dos astilleros -Astican y Zamakona- y todos los pequeños y medianos talleres del puerto de Las Palmas.

El pasado año se llegaron a superar incluso las cifras de 2014, que fue ‘top’ para el sector naval de La Luz debido a la burbuja que vivían entonces las prospecciones petrolíferas.

2023 fue un año en el que se realizaron trabajos sobre todo tipo de buques. Siguió siendo un año como el 2022 de reactivación de plataformas petrolíferas y buques perforadores, sobre todo de los armadores Valaris, Stena Drilling y Diamond Offshore. Una de los últimos que entró en 2023 a puerto fue la Valaris DS-7, que llegó a mediados de diciembre a La Luz para someterse a trabajos de mantenimiento antes de partir hacia Angola, donde tiene su contrato este año.

Estos proyectos se caracterizan por movilizar una gran cantidad de empleo y de ingresos en poco tiempo pero no son la base del negocio de las empresas de La Luz. «Es un negocio que va y viene. En 2022 se reactivaron plataformas, siguió en 2023 y también en 2024 se hará alguna pero ya no serán las grandes reactivaciones porque ya están operando», indican fuentes próximas. De hecho, aunque aún quedan plataformas atracadas en el Reina Sofía -unas cuatro unidades- la estampa del puerto ya no tiene nada que ver con las quince que estuvieron atracadas durante tiempo hace tres años. Algunas de aquellas desparecieron tras ser achatarradas y la mayoría fueron reactividadas tras salirles contratos en zonas próximas a Canarias.

En lo que llevamos de 2024 han llegado ya dos plataformas pero a realizar trabajos de menor calado que una reactivación: uno de ellas fue la Cols Prospector, que vino a reparación y la otra, la Stena Carron, que llegó esta misma semana a renovar unos certificados antes de de regresar a su proyecto en Guyana. «El ‘offshore’ seguirá siendo importante en las Palmas por el enclave de las islas y los pozos que hay en Marruecos, Senegal y Mauritania pero no es la base del negocio», indican estas fuentes.

En 2023 todas las tipologías de barco acompañaron para la buena marcha del sector. Dragas, barcos de carga general, pesqueros, buques científicos… «Todos los segmentos han estado muy bien», señalan estas fuentes.

El éxito de sector naval de Las Palmas radica en su buen hacer, su seriedad y el cumplimiento de los plazos. Aunque sus costes son más elevados que otros astilleros ubicados en la costa africana La Luz es la elegida por los armadores para la reparación de sus buques. «En saber hacer no nos gana nadie. Una vez que los armadores prueban nos vuelven a elegir y repiten porque somos muy competivivos» indican estas fuentes.

Desde el sector se indica que la buena racha de La Luz continuará mientras los fletes estén altos y no haya muchos buques operativos (la construcción de nuevos barcos se ha ralentizado a la espera de saber cuál será la mejor opción de combustible en el futuro). El conflicto en el Mar Rojo y que está obligando a los buques a desviarse con más días de navegación benefia de forma indirecta a La Luz porque reduce la rotación de los buques y obliga a reparaciones más rápidas. La normativa ambiental de emisiones también lleva a los buques a navegar más lento para reducir emisiones, con lo que para los armadores es más importante la agilidad en la reparación y el cumplimiento de los plazos que el coste de la factura. «Se mete todo lo que está ocurriendo en una coctelera y lo que se deriva son menos barcos para transportar lo mismo», indican estas fuentes.

Todos estos ingredientes apuntan a que 2024 seguirá siendo un buen año para el sector naval. «Ahora mismo no nos entra ni un barco más», indican fuentes del sector.

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